Hace unos días estuve leyendo un artículo que habla sobre el propósito, una palabra que se ha puesto muy de moda y que al parecer muy difícil de encontrar.

La definición de Propósito en google: “Un propósito es la intención o el ánimo por el que se realiza o se deja de realizar una acción. Se trata del objetivo que se pretende alcanzar.” Sin embargo existe un término más profundo y trascendental que está relacionado al sentido que le das a tú vida. En base a esto si lo vemos de manera más objetiva sería un concepto más metafísico, menos empírico o científico porque no podemos hacer una definición lógica o racional de lo que hemos venido a hacer a este mundo, es más fenomenológico subjetivo que racional.

Existe una idea de que al encontrar tú propósito serás feliz por siempre, como algo mágico que sólo ocurre en las películas.  No es así, todos tenemos una afinidad, gusto y habilidad por ciertas cosas más que otras, pero eso no quiere decir que es algo fabricado y mucho menos perfecto. La experiencia y el camino te mostraran esto. No es algo tan forzado, es algo más natural, más genuino.

Sin embargo lo que suele pasar es que la forma de vida, la rapidez y exigencia de lo que supuestamente se debe hacer te lleva a un ambiente forzado, llegando a ser frustrante. Y es justamente esto lo que no nos ayuda a desarrollar ese don, a desarrollar tu propio potencial.

Si no tenemos una constante estimulación o motivación es difícil tener la claridad para escucharnos y saber que nos gusta y que no, lo que termina siendo un círculo vicioso; más presión, estrés, menos creatividad menos motivación y al final no sabes que quieres.

Enfocarnos en lo que nos gusta es una buena manera de encontrar tu propósito, buscar una manera de manifestar eso que tienes para dar al mundo, ya sea en la forma de un hobbie o quizás de un trabajo pero no es necesario cumplir ciertos criterios, no tienes ni vas a ser el mejor del mundo por encontrar tu propósito, de eso no se trata. Existen millones de personas que son brillantes en lo que hacen y no son ni conocidas. No tienes que ser famoso para ser feliz. Si en el camino logras reconocimiento no está mal, pero no es una premisa. No es encontrar la perfección, al contrario es hacerlo de forma natural, buscando los lugares y las personas que refuercen esas virtudes. Recuerda que ser autentico no es ser perfecto.

El problema es que nos hemos dedicado en los últimos años ha racionalizar absolutamente todo, la confusión que puede generar es que asumimos que nuestro propósito es estático, rígido. O a confundirlo con una profesión propiamente dicha. La forma en como buscamos este famoso propósito está más relacionado al primer concepto mencionado antes, ya que nos juzgamos y nos frustramos si no tenemos las ganas y la intención de ser cierto tipo de profesional, “tengo que encontrar una carrera que me gusta”, porque nos comparamos con la persona aparentemente feliz que ha encontrado su propósito y no tiene duda de ello. No siempre es así, no debemos confundir el concepto comercial que nos han vendido de vocación y carrera con lo que nos gusta hacer.

No siempre están de la mano, vivimos en un sistema donde es necesario trabajar para vivir, así que es poco probable que hayas buscado hacer algo por lo que te gusta, quizás en primer momento si y terminaste haciendo otra cosa por necesidad. Lo que quiero decir es que no tienes que cumplir un propósito según lo que te dicen los medios, no hay que conseguir algo, no lo ganas, lo vives.

 Tu propósito o tu don podrían estar relacionados a cultivar plantas, a ser artista, no porque estás obligado a hacerlo sino porque es algo que naturalmente disfrutas haciendo. Existen muchas maneras de ayudar sin embargo no todos tienen que ser psicólogos. He conocido muchas personas que estando presentes ya han aportado mucho, no hay una manera correcta de manifestar algo que te apasiona, lo puedes aplicar de diversas maneras.

El propósito que tenemos en nuestras vidas no es algo que necesariamente encuentras, no es algo que descubrirás fuera. Es algo que ya tienes para dar. Es tu forma de hacer y de ser en la vida. Por ejemplo un artista tiene obras para dar, muestra un mensaje, transmite sensaciones desde un dibujo, piénsalo, la mayoría de artistas que ya no están y son famosos nunca pintaron con la intención de que al público le gustara o lo aprobara, lo hicieron con pasión con algo que no se puede medir. Tenemos herramientas, carreras que pueden facilitar a encontrar estos dones o virtudes sin embargo no lo encontramos porque pretendemos encajar en un concepto construido. No persigas una carrera, estudia con curiosidad, aprende, es probando y equivocándote que iras descubriendo lo que te apasiona.

Es curioso como a veces solo cambiando la definición o buscando diferentes conceptos de una palabra puedes cambiar la percepción de ella. Busca el verdadero significado de propósito, lo que entiendes y no necesariamente lo que otros dicen.

Antes no teníamos tantas opciones y nombres de carreras, no existía tal presión de encontrar lo que quieres hacer, sin embargo las personas se sentían más plenas. Tenemos la necesidad hoy de encontrar significados más profundos, menos lógicos. Es lo que nos hace humanos.