Me imagino que si estás leyendo esto es porque alguna vez te ha ocurrido que al buscar a algún psicólogo tenías tantas opciones y especialidades que terminaste dejándolo o que quizás te encuentras ahora preguntándote como escoger uno que te pueda gustar.

Hoy en día existen muchos tipos de terapias en redes sociales, todas deben tener teorías bastante interesantes, sin embargo el exceso de información que se encuentra puede llegar a confundir y lo que es mucho peor hacer que el cliente o paciente desconfíe de la efectividad y validez de la terapia terminando por no recurrir a iniciar este proceso.

Si estas en un momento de tu vida en donde te cuestionas si ir a terapia o no, te sugiero algunos puntos muy importantes a tener en cuenta:

En cualquiera de los casos es importante saber que no existe la única fórmula secreta o corriente para ayudar a una persona, así como hay personas tan distintas en el mundo existen enfoques diversos pero la base es muy importante, los estudios que tenga la persona, experiencia y principalmente la humildad, el psicólogo o terapeuta es ante todo una persona, ¿qué quiero decir con esto? Que nadie es un Dios o alguien que cambiará tu vida, es un ser humano que te ayudará en tu propio proceso, sin decirte como debe ser tu vida, sino acompañándote en tu camino, mostrándote aspectos o quizás perspectivas distintas que antes no veías.

Piénsalo por un momento, es mucho más fácil intentar ayudar a otros que intentarlo con uno mismo, es lo normal, cuando no nos encontramos en nuestro mejor momento no es fácil distinguir ni tener claridad, para volver a mirar con objetividad es necesario el apoyo de alguien más.

Investigar un poco no está mal, quizás quieres saber en qué se basa alguna técnica o enfoque, hazlo, sin embargo es mejor no excederse buscando, tener tanta información en internet hoy en día puede ser abrumador, existen tantas especialidades, metodologías que se ponen de moda, quizás alguna que viste en las redes que funciona pero a ti no te llaman, algunas que tienen palabras complejas, entre otros más, que al final es muy difícil decidir.

Lo que sí es importante tomar en cuenta es que el éxito en una psicoterapia resulta más de la relación que se establece entre el cliente y el terapeuta que del propio tipo de intervención que el terapeuta utiliza.

Decidir empezar psicoterapia no es un paso tan simple, no es escoger entre un restaurante u otro, existe algo más profundo, mucho más personal. Con esto no quiero desanimarte, con esto solo te digo que observes las pequeñas cosas que te llaman la atención en ciertos detalles, lo que te transmite y te resuena del profesional en conjunto, eso es lo que hace la diferencia. No te compares, cada persona ha aprendido de diferente manera a afrontar los problemas, así que no a todos les funcionará o les gustara la misma metodología.

En conclusión:

1. Todos necesitamos ayuda en alguno o varios momentos, todos.
2. No existe el momento ideal para empezar.
3. La primera sesión es muy importante, ¿cómo te sentiste? ¿Existe congruencia y sentido para ti en lo que te dice el terapeuta?, ¿te sentiste entendido y aceptado?
4. No te sientas mal si es que al ir a un psicólogo o terapeuta por primera vez te pareció que no funcione, dale tiempo y si aún sigues no tan convencido quizás esa técnica o terapeuta no es la indicada para ti.